Los delfines son criaturas increíblemente inteligentes y carismáticas que suelen asociarse con los vastos océanos y mares. Sin embargo, existe una especie de delfines que elige los entornos de agua dulce para prosperar, desafiando la percepción común de su hábitat. Estos delfines de agua dulce ofrecen una fascinante visión de la biodiversidad acuática y desempeñan un papel crucial en los ecosistemas fluviales. Si la población de delfines en un río está prosperando, es probable que el estado general de ese sistema de agua dulce también lo esté. Pero si esa población está en declive, entonces se considera una señal de alerta para el ecosistema en su conjunto.
En todo el mundo, existen seis especies de delfines de agua dulce, cada una adaptada a su hábitat específico.
Los delfines de agua dulce suelen vivir en los ríos más caudalosos del mundo, aunque algunos también pueden habitar en lagos y estuarios. Su distribución geográfica se limita a los continentes de América del Sur y Asia. La adaptabilidad de estos delfines a diferentes entornos acuáticos denota la capacidad que poseen para prosperar en diversas condiciones.
Aunque comparten algunas similitudes con sus parientes marinos, los delfines de agua dulce han desarrollado características únicas adaptadas a su entorno fluvial. Su tamaño varía, pero suelen ser más pequeños que sus congéneres oceánicos. Además, sus aletas son más pequeñas y redondeadas, lo que facilita la navegación en aguas más estrechas y menos profundas.
Delfín del río Amazonas (Inia geoffrensis)
También conocido como el boto o «delfín rosado de río», el delfín del río Amazonas se encuentra en una gran parte de la famosa cuenca del río Sudamericano y la vecina cuenca del río Orinoco que se extiende a través de Colombia y Venezuela. La especie se caracteriza por su hocico largo y color rosa pálido.
La cuenca del río Amazonas cubre alrededor de 2.7 millones de millas cuadradas (6.9 millones de km2) y se extiende desde la Cordillera de los Andes, en Perú, hasta el Océano Atlántico, en la costa noreste de Brasil. Más de 3,000 especies de peces de agua dulce viven en el río.
Tucuxi (Sotalia fluviatilis)
El Tucuxi es la especie opuesta del delfín del río Amazonas. Esta especie de agua dulce es más pequeña y gris, se encuentra en las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco, y se considera como el guardián de los ríos y símbolo de buena suerte por su capacidad para navegar en tramos rocosos y poco profundos del río, guiando a las personas a través de rutas más seguras. El Tucuxi viaja en grupos y, a diferencia del delfín del río Amazonas, salta fuera del agua.
Este delfín posee la particularidad de no ser estrictamente fluvial, ya que puede encontrarse en estuarios, ensenadas y en las costas del norte y este de América del Sur. Mientras que el Tucuxi marino presenta una coloración gris azulada, el Tucuxi fluvial presenta una región ventral de un color a menudo rosado.
Delfín del río Ganges (Platanista gangetica)
El delfín del río Ganges, conocido localmente como susu, que se refiere al ruido que se dice que hace el delfín cuando respira, habita en algunas porciones de los sistemas de los ríos Ganges, Meghna y Brahmaputra en India, Nepal y Bangladesh. Considerado como el «Tigre del Ganges», este nadador es prácticamente ciego y atrapa a sus presas por medio de la ecolocalización, emitiendo sonidos y escuchando el eco reflejado cuando rebota en los objetos.
Su gran capacidad para utilizar la ecolocalización hace que no se vea tan afectado por la degradación y el enturbiamiento que sufren estos ríos situados cerca de localizaciones superpobladas.
Delfín del río Indo (Platanista menor)
Los delfines que aún quedan en el río Indo, conocidos localmente como Bhulan, solo se pueden ubicar en las partes bajas del río Indo, en Pakistán, y una pequeña y aislada población adicional localizada en el río Beas, en India. Estos delfines funcionalmente ciegos dependen de la ecolocalización para navegar, comunicarse y cazar presas en las fangosas aguas del río, al igual que sucede con su pariente cercano, el Delfín del río Ganges.
Delfín del río Irawadi (Orcaella brevirostris)
Aunque es llamado a veces el delfín del río de Irawady, realmente no es un delfín de agua dulce, sino un delfín oceánico que pasa la vida cerca de la costa, frecuentando ríos y estuarios, incluyendo el Ganges y el Mekong, así como el río Irawadi, del cual toma su nombre. Su rango de distribución se extiende desde la bahía de Bengala hasta Nueva Guinea, la costa norte australiana y Filipinas.
Viven en grupos pequeños, de no más de seis individuos, aunque en ocasiones se han detectado grupos de hasta quince individuos. Se trata de un nadador lento, por lo que su alimentación se basa principalmente en crustáceos, pero pueden cazar peces e incluso pulpos.
Marsopa sin aleta del río Yangtsé (Neophocaena asiaeorentalis)
La marsopa sin aleta del Yangtsé vive en el río Yangtsé, el río más largo de Asia. En cierta época, esta marsopa compartió las mismas cuencas con el Baiji (delfín del río Yangtsé), una especie declarada funcionalmente extinta en 2006. La marsopa sin aleta del Yangtsé es conocida por su sonrisa coqueta.
Se trata de la única marsopa que puede encontrarse en agua dulce, y su nombre proviene de la ausencia de aleta dorsal, la cual es sustituida por una cresta baja. Otra característica de este animal es la cabeza, la cual es inusualmente puntiaguda comparada con otras marsopas.
A pesar de su importancia, los delfines de agua dulce enfrentan numerosas amenazas. La contaminación del agua, la degradación del hábitat, la pesca indiscriminada y las colisiones con embarcaciones representan graves peligros para su supervivencia. La conservación de estos delfines es esencial para mantener la salud de los ecosistemas fluviales. De igual forma la construcción de presas en los ríos en los que estos animales habitan están causando una gran fragmentación de poblaciones e impidiendo su desplazamiento.
No obstante, hay numerosos proyectos de conservación alrededor de estas especies, como pueden ser los llevados a cabo por WWF o Loro Parque Fundación. Estos esfuerzos de conservación se centran en proteger a los delfines de agua dulce y sus hábitats, lo que implica la implementación de leyes y regulaciones, la concientización pública y la investigación científica para comprender mejor sus necesidades y comportamientos.
Los delfines de agua dulce son joyas ocultas de la biodiversidad acuática, demostrando que la vida marina fascinante no se limita solo a los océanos. Proteger a estas especies no solo garantiza su supervivencia, sino que también contribuye a la preservación de ecosistemas fluviales vitales para la salud del planeta. Reconocer y apreciar la importancia de estos delfines es fundamental para inspirar acciones destinadas a conservar y proteger estos tesoros acuáticos únicos.